Bajo los susuros del cesped
en donde el Ocobo rie y las bocas
se entrecruzan, se evaporan,
el silencio de tu mirada
penetra los ejercitos de mi ser
y mientras el reloj duerme
tu abrazas al fuego galopante y maternal
que exhala el temblor que sacue las formas
de un mismo molde
en donde el Ocobo rie y las bocas
se entrecruzan, se evaporan,
el silencio de tu mirada
penetra los ejercitos de mi ser
y mientras el reloj duerme
tu abrazas al fuego galopante y maternal
que exhala el temblor que sacue las formas
de un mismo molde
1 comentario:
como que somos los unicos pendejos que mantenmemos el blog..o muy desocupados?
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