En la universidad siempre se nos habla que no tenemos memoria histórica y que el pueblo de nuestro país esta en gran parte esta en la actual situación porque no esta educado. Nosotros los docentes se nos dice que manejemos un saber social y también pedagógico y aunque algunos dicen hacerlo , el gran error , es creer que como científicos sociales tan solo es ver el mundo como un laboratorio en el cual se corrobora todo lo que leemos por otros autores que experimentan en el.
Sin embargo habría que preguntarse que es lo que pasa para que esto suceda de manera inmediata, mas allá de un resentimiento socialista y una represión contra el modelo neoliberal económico, ya que muchas cosa decimos en la universidad sin siquiera saberlo, así quiero llegar al punta tal que , uno de los quiebres para el cambio se encuentran en la relación pedagógica en las instituciones educativas conforme a su objeto de estudio de la misma, y que al mismo tiempo esta conformada esta relación por tres elementos fundamentales par su análisis y mejoramiento ,tales como el trabajo , el lenguaje y la afectividad, en vista tal en que las instituciones educativas en Colombia aparecen el la practica de ocultar el saber correcto dando relevancia a la adquisición de habilidades en lo estudiantes y estos sin saber porque y para que de ellas.
Pasando por alto así, la apropiación de una construcción de unos saberes y conceptos donde par el estudiantado es mas favorable conocer el mismo proceso que los contenidos mismos dejando en claro que esas consideraciones no tendrán guía sin la intervención del trabajo no como aquel que aliena al hombres sino como el que Marx diría en 1844 el trabajo como la determinación de las esencia humana.
Así pues este debe ser una actividad creadora que libera al hombre y lo ayude a transformar la naturaleza y no mas bien que lo encadene haciendo trabajos ajenos a el sin ningún significad o para su mundo mas bien viéndolo como una obligación extenuante.de ahí que como docentes al usar el trabajo como forma metodología de enseñanza debemos construir una correcta apropiación de saberes y practicas sociales sin olvidar que de acuerdo al método de enseñanza que usemos así serán las relaciones con nuestro estudiantes en nuestro quehacer pedagógico.
Por lo tanto si trabajamos desde el punto de vista marxista de un trabajo alienante ,mas regiriria un interés meramente técnico y de control (en Colombia entes como el sena el icfes , el ecaes y las pruebas saber), en el cual el aparente cientificismo los guía ciegamente ya que desconoce todo el proceso histórico de quien los aprende.
Es mas llegando al punto en el cual se pierde la relación pedagógica en la institución ,en consecuencia se termina aceptando mediante este discurso saberes y practicas sociales que sean útiles para la reproducción del sistema y de formas de producción o en peores casos cuando se dice que hay un trabajo libre solo limitado a la exploración de las tradiciones históricas saberes y practicas sociales pero no se hace critica de ellos como cuando nos ponían a leer la Ilíada en decimo u once y al final no sabíamos nisiquiera porque se llamaba Ilíada, así al final el saber es desarticulado de la relación pedagógica entre maestro y estudiante convirtiéndolos en un saber dominante.
Pero si se trata de descubrir con el estudiante la realidad histórica a través de un proceso critico-reflexivo genera un interés emancipatorio junto a un trabajo libre de como resultado un manejo optimo de los modos de relación del sujeto con su mundo.
En ultimas el trabajo se fructifica en la constitución de forma intersubjetiva, pero para que esto suceda debe primar una condición, la cual esta determinada por el lenguaje, quien desarrolla la función simbólica en la interacción con la sociedad, siempre mediando una cultura bajo un lenguaje determinado en cada individuo, y que hacer que este mismo en la relación pedagógica comprenda los modos de comunicación articulando sus mundos a través del discurso.
Por lo tanto al insertar el lenguaje en las relaciones pedagógicas no como instrumento de gramaticalidad, sino como catalizador y filtro de una realidad externa, histórica y una realidad interna y una social, dejamos al estudiante fusionarse con el todo en su punto de vista critico, ya no un ciudadano, de un país sino del mundo, del planeta.
Es así como el lenguaje potencia unas competencias comunicativas que van desde la comprensión de lo significador imágenes y gastos dentro de la institución hasta las de sus sociedad. Por esto como futuros docentes a los ojos del ministerio, interpretando estas formas de comunicación al interior de una institución seremos capaces de poner a prueba de articulación pedagógica de la misma institución.
Y en una tercera meditación y elemento, se encuentra la afectividad, ya que el hombre no puede desconocer su relación con los otros hombres, así mismo entre maestros y estudiantes , cuando no solo se trata de llenar el otro su sed de conocimiento, sino de hacerle entender la fuente de esta y porque la ha de tomar, y mediante un trabajo que no adormezca sino que le de una ubicación real al estudiante poniendo en capacidad para entender su mundo, su sociedad y en consecuencia capaz de entender y ponerse en el lugar del otro, en tanto es otro, y sea igual conviviendo ambos en la misma realidad histórica.
Donde se transmite acríticamente conocimientos de orden técnico, no considerando los procesos de articulación con el mundo, transformando a la pedagogía en una ciencia que ve a las instituciones como laboratorios donde se comprueba hipótesis controlando la eficiencia del trabajo humano.
Respondiendo tanto maestro, estudiante y la institución, a objetivos de producción de la sociedad insertada, en consecuencia los saberes sociales y pedagógicos se transforman en datos de planillas o escalafones de concurso, aceptando ciertas formas del lenguaje como únicas, manteniendo al sistema y su reproducción estable.
Pero si se recupera el carácter histórico, se entienden los saberes pedagógicos y sociales desde un punto mayéutica, es decir desde la pregunta que guía hacia la realidad por si mismo devolviendo en su carácter critico a la institución.
Sin embargo en nuestra realidad colombiana, sucede un fenómeno de mayor complejidad y envergadura, ya que el maestro aunque sabe que hacer, y el mismo es consiente de su realidad y momento histórico, esta afinidad, este elemento del maestro no pasa al estudiante, pues el maestro de hoy esta situado entre una obligación dictada por un ministerio disque de educación que lo lleva a mantener el sistema y su malestar por no hacer lo correcto pedagógicamente, esto sumado a la posibilidad realizable que hacen que el estudiante se autorreconozca miembro de su sociedad y constructor de su momento histórico cultural, generando consecuencia formadora de sujetos, con espíritu critico.
Aunque para nuestro país, los rastros de violencia han opacado ese atrevimiento docente al desarrollo de un pueblo, pagando un costo político de gran envergadura, no hay que desfallecer en la razón de convertir a la pedagogía, en una ciencia critica que sea mediadora de la relación entre el hombre, con su naturaleza, con el mundo y con los otros hombres, todo bajo el ideal de una totalidad de trabajo productivo donde la institución genera un proceso de socialización entre los hombres.
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