“Un proyecto de semiótica en general comprende teoría de los códigos y una teoría de producción de signos” esta cita efectivamente hace referencia hacia las relaciones entre los signos y el mundo actual que rodea los vínculos y acciones de los seres humanos y aquellos que se interponen entre ellos o aquellos que los ayudan a entender su realidad.
En esta era de caos donde todos tenemos la verdad se presenta ante nosotros un aparente imperialismo semiótico al cual teóricos como Cárdenas Alberto en su documento introducción a la semiología han hecho destacar, en donde todo se convierte en un signo y cualquier cosa podría considerarse como sustituto significante de otra, dándonos al final una intervención lógica de lo que seria usar la semiótica como herramienta para desenmascarar todo aquello que se usa para mentir.
Siguiendo la misma línea de este autor se nos presenta una idea problema en primera instancia sobre la verdadera identidad de la semiótica sea como un disciplina especifica o como un dominio de estudios, dándonos temporalmente un justificación dependiendo de cada postura que se ha de tomar sin dejar de lado un modelo elemental que guie todo un modelo semiótico de enseñanza y de aplicación que sea capaz de aclarar sus propias contradicciones fructificando así en el nacimiento de su propio campo o dominio semiótico, que de formar permanente o al menos perdurable pueda dar viabilidad a futuras investigaciones semióticas unificados.
Dejando de lado los diferentes conceptos que envuelven a la semiótica en general se nos presenta la semiótica como como una rama unificada de la ciencia donde esta misma se pone de manifiesto como la ciencia de los signos. Compartiendo de esta forma una obligación universal al igual que todas las demás ciencias la cual es proveer de conocimiento fidedigno al hombre en su afán de entender el mundo, unificándose o mas bien sistematizándose en dos planos que vendría a ser tanto del hombre como en el meramente semiótico.
No hay que olvidar que la semiótica relaciona las ciencias en medida natural para ser comprendida por el hombre eficazmente ya que “proporciona un lenguaje comprensivo para hablar sobre un conjunto de fenómenos” tal como lo dice Cárdenas en su documento en tanto sirve como instrumento para unificar distintos saberes y lenguajes entre las ciencias.
Hasta ahora me he delimitado ha dar un esbozo sobre el documento al cual se hace referencia esta relatoría, desde este punto me dedicare a hacer un continuo análisis que si bien superficial su único propósito es dejar en claro la posición del autor y la posición personal del relator. Partiremos de reconocer y desentrañar los objetivos de la semiótica en el campo social, para lo cual se dirá en primera instancia que esta permite al hombre distinguir las diversos modos de significar y los varios empleos que puedan sujetarse a los signos. Además de esto permite al hombre no solo concentrarse un una mera información sino que también compararla y actualizarla para darle el sentido correcto no solo a su vida sino también a la de los demás. El objetivo de la semiótica no solo debe ser solamente permitirle al hombre moverse en ese campus de signos sino permitirle transformarlos a su antojo o a restricciones de tipo histórico social político o económico, siempre manteniéndose la consigna de hacer de la semiótica una ciencia que demuestre día a día la importancia de los signos no científicos.
Además de estos parámetros de la semiótica en cuanto aspectos sociales hay otros de carácter personal que le permiten al hombre como mecanismo de defensa protegerse de diversas manipulaciones que el medio le ofrece como un veneno que corre por le torrente sanguíneo directo al corazón, de esta forma la semiótica se presenta al hombre como un “antídoto” tal como Cárdenas nos lo menciona, e incluso salvarlo de una auto-explotación, confiando al hombre una autonomía dentro del campo de los signos, problematizando siempre la verdad y siempre oponiéndose a la explotación tanto de sistemas como de personas.
Sin embargo la semiótica nos da las herramientas para no dejarnos caer en la manipulación pero no nos deja entrever como usarla para los fines los cuales fue creada en el ámbito social, debido a su desconocimiento en masa y a su reciente aparición al campo académico ante el abismal adelanto tecnológico de los medios que aceleran de forma masiva las relaciones de explotación frente a intereses corporativos e individuales. Aunque de cierta forma la semiótica puede ayudarnos a identificar los peligros futuros de dicho avance tecnológico que se desprende de todas las ramas de los hombres hacia nuevos campos de investigación que hace cien años eran imposibles de explorar.
Como se ha visto la semiótica influye en la vida humana desde diversos campos, uno de ellos que nos concierne directamente como docentes es el de la escuela, puesto que la escuela es un o de los organismos que reproducen y organizan estatalmente la cultura, los pueblos y los gobiernos perpetuándolos indefinidamente, de ahí que la semiótica debe procurarse un lugar inmanente en la educación, llegando de forma simultanea por medio del docente por medio de una correspondiente ambientación desde los primeros años de escolaridad de los estudiantes.
Aunque desde este punto de vista la semiótica se vincularía fácilmente al proceso educativo, no hay que olvidar de las intenciones progresistas de los gobiernos en vista de sus interés ajenos a los pueblos y eso sumado a la incapacidad docente para afrontar dicho desafío por lo que se haría primero necesario capacitación docente en el tema para luego echar de mano a las teorías semióticas para aplicarlas a la escuela dejando entredicho que se deben hacer los respectivos cambios para diferenciar el mudo social del científico en las teorías semióticas.
De ahí que ya en un proceso mas avanzado en la escuela superior , tantos docentes y estudiantes ya podrán diferenciar de manera profunda las causas y consecuencias semiológicas de procesos entre los diferentes signos en el tejido social, llevando consigo todo un proceso de transmisión de signos culturales que conlleven al total acoplamiento de signos por parte del ente social incidiendo de manera directa en la transmisión de tales signos hallando así en la semiótica una herramienta primordial.
Por ultimo siguiendo la línea de Cárdenas nos adentramos en la línea de la investigación semiológica, la cual procura la reconstrucción de los sistemas de comunicación bajo el sentido de pertinencia e inmanencia asociado al corpus ( o la agrupación de determinados materiales del analista sobre los cuales el mismo va a trabajar), sean tanto estos homogéneos o los esperados o heterogéneos o diversos , al final siempre se dará una interpretación final y estructural, prioritariamente eliminando los elementos diacrónicos de dicha investigación.
De esta forma la semiótica como un campo científico y social debe corresponder a los parámetros de ayuda a los docentes en su quehacer pedagógico en pro de encontrar métodos y soluciones a la gran incompatibilidad de sucesos a nivel personal y asociativo de los seres que habitan este mundo. Siempre y cuando los docentes sean capaces de admitir y descifrar de forma sucesiva esta, la semiótica, como una piedra angular de su vida en la mejoracion de la investigación educativa misma y las de sus estudiantes y sus compañeros de oficio
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