“Caminaron por calles sucias y miserables. Cuando llegaron a la casa indicada, al ver el espectáculo allí presente gimió el hombre hincándose de rodillas junto a la difunta‑. ¡La han matado de hambre! Fui a mendigar para ella y me metieron en la cárcel”
Charles Dickens, Oliver twist, capitulo II,
Una historia
Una camioneta, un camino, dos vidas que viajan en ella y por el, una que de ellas la conduce y lo otra mira por la ventana y el parabrisas toda la amalgama de cosas naturales y mecánicas que se mezclan entre si para moldear la única realidad que conoce y en la que muy probablemente morirá. Sin embargo para el otro no es mas que una de las cuantas realidades que le ha tocado vivir, el no reniega, solo ve como en tierra de ladrones y bandidos por donde cada mañana al dirigirse al centro con su yerno, llamado marcial gacho, este hombre, Cipriano Algor, ve con claridad como todo lo que conoció y conocerá aparte de ese mal llamado cinturón verde, esta como carga en su camioneta, su ollas de barro, sus lozas que hechas por sus manos humanas que tratan de moldear la salvaje naturaleza del barro mismo, para que los demás seres puedan domesticarlo y usarlas a su antojo.
Una ciudad, un lugar a donde llegar, una esperanza, una tristeza, una oportunidad de trabajar y no ser desempleado, o al menos así lo piensa marcial, pero no Cipriano, un ser que aunque viejo, sigue ejerciendo juvenilmente su oficio, el de moldear el barro con sus manos y su magia, nacida de la experiencia que tan solo un dios como podría adquirir, tal como Hefestos forjando las armaduras de lo dioses del Olimpo. Pero todo se derrumba tal como los edificios que entretuvieron a Cipriano a su llegada al trabajo, los sueños y lo que uno cree que hoy será para siempre, mañana ya nisiquiera quedara los recuerdos de ese ayer, ese es el error de Cipriano, no esperar lo inesperado, su trabajo ya no era necesario, los hombres son reemplazados por maquinas, tal como el barro por plástico, Cipriano ya no era necesario, su obra a la cual le habría dedicado su vida y la de sus antecesores ya no valía nada.
Un retorno, salir rápidamente, huir de la realidad que nos depara los dioses de la cuidad, huir hacia el campo, hacia la tierra que siempre le protegió, con el pasar de los minutos, pareciere que el motor de la camioneta no se impulsara con la gasolina, “sangre de la madre tierra” sino que el dolor de Cipriano fuese su combustible, y para colmo, como aquella bofetada que la vida nos da en los momentos mas difíciles, ahora ni un bandido se cruza por su camino para robarle, para recordarle que aun sigue vivo, que aun sirve para algo, tan solo un regalo de lo hecho, un ultimo esfuerzo por sentirse útil.
Un nuevo comenzar, un nuevo amanecer para aquellos que lo han perdido todo o que sienten que todo ha pasado así, sin embargo tal como a todos los hombres ha de pasarles siempre la vida misma les enseña que uno y otro no pueden vivir por separado, pues la mujer es aquel aliento de vida que anima al hombre a seguir en su camino, tal como marta, la hija de Cipriano y esposa de marcial, un mujer que le acompaña siempre, que vela por los dos, que les nutre e inyecta vida cada día a pesar de la lejanía o la cercanía, la mujer, ese ser que siempre da esperanza y soluciones, pero para este hombre afortunado, no solo marta de le recordaría el porque seguir adelante, sino que esta ves, un perro, un animal fiel a los hombres por su estimable naturaleza le recordaría la pena de muchos que con una suerte peor no tienen a donde ir o quien les consuele o sencillamente ya no hay energía en sus almas y cuerpos para buscarlos.
Un compañero y una idea, así es, un perro, encontrado, que le seguiría a donde fuese al menos hasta que el lo decida, una idea nueva como una nueva luz dada por su musa y salvadora, marta, ahora moldear al indomable barro, tal como dios hizo en el principio de todo, a la forma de los hombres, si así fuese entonces dios no hizo a los hombres por si sino gracias a la idea de una mujer. Volver e ir a la ciudad, proponer, rogar, regresar y esperar, desde este momento todo listo, solo basta una llamada para decidir, moverse a otra vida o seguir con la misma, una llamada de la alegórica vos de uno de los dioses de la ciudad, que desde allí decide la vida de unos y otros en cuestión de minutos y deseos de los que mas arriba de el están.
Una decisión, una alternativa que llega como caída del cielo, una oportunidad de seguir siendo útil y estar vivo para el centro, un aval para hacer los muñecos, pero, siempre hay un pero, un obstáculo que manipula nuestras vidas y las llena de inseguridad, hacia el caos y nos previene del caos mismo. Luego un tiempo que corren en contra de todos, pero que esta ves acompaña es piadoso, al menos para la entrega del material.
Una noticia y otra mas, ahora un sondeo para el material, un preventivo como el oráculo que predice al héroe de su destino, destino que es inevitable, no existen coincidencias, solo lo inevitable, y como el héroe que es Cipriano acepta este destino y se prepara para recibirlo, aun antes de saberlo. Y que mas da una noticia, una buena noticia o lo que pareciere serlo, marcial ascendido al puesto de guarda residente, el inicio de una nueva vida o el encuentro crudo de un nuevo mundo, que si bien dispondría de un tiempo limite para recibirlos, ya no hay opción, viajar, mudarse a la ciudad, al centro, a la selva de cemento.
Un adiós fugaz y un descubrimiento único, si, el adiós de los seres humanos es mas tosco y previsible de todos los seres vivos, rompen en llanto por amigos y lugares allegados, pero al final es eso lo que los hace humanos, un Cipriano fragmentado por un amigo canino al que el nuevo mundo a la espera no le permite llevar con el, un adiós a Dios, o a su nuevo dios y amigo, Isaura, desde ahí nada mas, solo hasta entonces. Una llegada al nuevo mundo, un centro, un edifico, una jaula de canario, pero en ella un secreto, una grieta, como aquella, que deja vista en la puerta de la habitación de un niño, que deja pasar la luz y le permite ver todo el mundo que se esconde al irse a dormir en la noche. Una grieta que alarma a todos los guardas en el piso 05, una grieta que llama síquicamente a su descubridor a su Cipriano Algor, un aventurero, un curioso de primera, o tal ves un hombre sin nada que hacer, sin mas que buscar lo no hallado. Una cueva platónica, una caverna del inframundo, y al mismo tiempo celestial, una imagen en la mente del hombre que ahora se hace realidad.
Hacia lo desconocido, un retorno, la cuidad, el centro, todo lo que seria esperanza ahora seria el pretexto perfecto para volver al terruño, a la hierba verde donde se creció, al barro de donde todas las generaciones han comido pan y han tomado bebida. El amor o la conciencia que mueve al hombre a regresar a dar el abrazo a sus amigos, a su amor, a su hija, a su yerno, y a su perro. Todo lo que el hombre hace por encontrar la verdadera felicidad de su vida, siempre esa fuerza arrastra a todos sus congéneres, porque ese el ideal común a todos, Cipriano, volvió con Isaura y encontrado, pero a su ves marcial que contaminado del espíritu de Cipriano canalizado por su hija marta, ya no encajaba en la cuidad como nunca encajo Cipriano mismo, ahora ellos dos, marta y marcial, vuelven a su lugar común de estar, con los seres comunes con quien cada ser desea pasar la vida entera, pero no para quedarse, esta ves no, esta ves es para volar, volar como pájaros en cambio de estación, hacia los desconocido, todos en la camioneta o furgoneta, el nombre ya no importa, podría ser si se quisiere en una alfombra mágica, o en un yet, lo importante es volar, ser libres y decidir lo mejor para todos.
Un cartel, un consejero de la ciudad, al ver tal actitud dice; EN BREVE, APERTURA AL PÚBLICO DE LA CAVERNA DE PLATÓN, ATRACCIÓN EXCLUSIVA, ÚNICA EN EL MUNDO, COMPRE YA SU ENTRADA.
Las dos caras de la misma moneda
En la novela la caverna, de José Saramago, se encuentra un mundo que lleva al lector a 1902 o si bien yendo mas atrás a 1860, donde el plástico como material útil, suave, ligero, rápido y fácil de hacer sustituyo toda forma de vida dependiente del barro y del marfil, en cuanto a la fabricación de objetos que variaban desde platos hasta armas. Con esta aparición de este nuevo material, la vida para muchos alfareros y artesanos daría un volqué total, era elegir el camino del olvido y la nada o el traicionar su oficio de familia y tradición por la actualización de maquinaria y elementos de trabajo para poder seguir comiendo normalmente.
Pero, no bastaba con elegir el camino de la actualización y modernización, para aquellos que habían elegido el camino de la traición sea por su bienestar o el de la familia, sino que se necesitaba tener mucho capital y dinero para hacerlo, con lo que si bien a términos finales, no había opción alguna para un alfarero común, poder elegir, si a eso se le llama elección, llegando así a la conclusión primera de que la famosa modernización solo era una visión de grandes empresarios, y no una salida compartida con los demás artesanos, es decir todos.
Ahora bien, las situaciones vividas en el 1902 o en 1860, por los artesanos de la época, os si bien por el mismo Cipriano Algor, no están muy alejadas de nuestros días, no siquiera en un siglo o mas han variado un poco, pues mediante el modelo político, económico y social denominado capitalismo, en aquel entonces, hoy llamado por muchos neoliberalismo, los principios básicos de convivencia comercial son los de actualización y modernización constante y rápida, es decir un modelo que si bien es progresista, solo tienen en cuenta al que progresa, y el único que progresa es aquel que tiene capital y dinero.
“Puede decirme qué ha hecho que las ventas hayan bajado tanto, Creo que ha sido la aparición de unas piezas de plástico que imitan al barro, y lo imitan tan bien que parecen auténticas, con la ventaja de que pesan menos y son mucho más baratas, Ese no es motivo para que se deje de comprar las mías, el barro siempre es barro, es auténtico, es natural, Vaya a decirle eso a los clientes, no quiero angustiarlo, pero creo que a partir de ahora sus lozas sólo interesarán a los coleccionistas, y ésos son cada vez menos”[1]
Las dos caras, las dos visiones, una de 1900 y la otra la de 2000, una misma moneda, de la cual nunca nos zafáremos, la historia, lo único que cambio para Cipriano y para los alfareros de la época y para los artesanos y trabajadores de hoy es la angustia de tener que conseguir de alguna otra manera el pan de cada día.
El lago donde la luna peina sus cabellos
En la caverna de Saramago, la problemática verdadera no es ver como la modernización y la aparición de nuevos instrumentos y elementos a la sociedad dejan sin trabajo o empleo a muchos artesano o trabajadores que no pertenecen a la ciudad, sino que va mas allá, nisiquiera se puede decir que la problemática es ver de que forma aquellos personajes van a salir exitosamente de esta situación problemática o que solución encuentran para ella.
La verdadera problemática, hace referencia a como las sociedades humanas al evolucionar constantemente transforman la vida de todo lo vivo y lo no vivo de este mundo, ciclo que seguirá hasta que todos los recursos sean agotados y el excedente se pudra de tanto acumularse y sin mas la tierra destierre al hombre de su puesto como ser dominante de la tierra misma.
“no miró ni una vez los campos, el monótono espectáculo de las enormes extensiones cubiertas de plástico, bazas por naturaleza y soturnas de suciedad, si siempre le causaba un efecto deprimente, imagínese lo que sería hoy, en el estado de ánimo que lleva, ponerse a contemplar este desierto”[2]
“cuántos platos, fuentes, tazas y jarras por minuto escupirían las malditas máquinas, cuántas cosas para sustituir botijos y damajuanas”[3].
Esta visión social, dada por Saramago a través de personajes como Cipriano Algor, Marcial Gacho, Marta Gacho y Encontrado, deja comúnmente perplejo a cualquiera que lea la obra, pues no es necesario que alguien sea sociólogo, antropólogo, economista, o hasta pedagogo, para darse cuenta de que lo que allí se vive por esos personajes es lo que hoy vive el lector, y sin embargo resalta la capacidad que tienen sus personajes de analizar de forma muy humana la situación en la cual esta inmersos, al punto de convertirse en seres reales e iguales a nosotros, todo en una simple pregunta que todos los seres humanos para decir en otra vida orgullosamente, que han vivido, tienen que hacerse y es ¿para que todo lo creado por los hombres si no le ayudan a encontrarse con si mismo, si mas bien lo alejan de su verdadera naturaleza, para que?.
Todo esto, planeado por Saramago, no es mas que un intento para decirle al mundo que ya no hay lugar para los hombres, sino para las maquinas, para la modernización y actualización constante y apresurada, para la globalización y el libre mercado, que ya la luna no volverá a peinar sus cabellos, porque en el lago ya no hay agua, cristalina y pura, sino aceite, negro y putrefacto, tal como nos lo diría Michelli citando a Hegel “el contenido histórico social del arte sigue siempre el de la idea que se realiza en el aspecto sensible de la belleza”[4], en cuanto a que la obra esta destinada a retratar tal como ese lago a la luna, la realidad viva y cruda en donde su creador le toco vivir.
Ahora centrándonos en visión de hombre y mujer que se tiene en la obra, se puede ver que en cuanto a la idea de mujer que allí se presenta es una mirada sombría pero decente, pues, es aquella mujer sumisa y correspondiente con su padre y su esposo, una mujer, esposa e hija, que refleja a todas las mujeres emprendedoras, y benefactoras de su familia, si bien no es aquella mujer líder y agresiva que figura en gran parte de la literatura femenina o hecha por mujeres, si es por otro lado la mujer que en esa literatura también se destaca, como la madre que comprende y apoya, la inteligente y a la que a todo le tiene solución, pero que al mismo tiempo es libre, no porque se aferre a los derechos escritos en un papel, sino porque hace libre con ella a los demás mujeres y hombres que con ella viven.
Una vos que se distorsiona al viajar por el viento: eco
En la historia de la caverna de Saramago, se puede observar con claridad como, cada uno de los seres creados por el autor, que nace, vive, se reproduce y muere en su mundo, es decir la obra, maneja un tipo y prototipo de lenguaje muy diferente de aquellos seres que le acompaña, ya que dentro de la obra cada ser como único se devela y se hace único en la medida que diversos elementos dentro de su personalidad iguales al de los seres humanos, son apropiados por el personaje para si.
Como los personajes se humanizan desde el mismo momento que adquieren características humanas, igualmente sufren todo lo que ello conlleva, es decir, que se preguntan sobre la vida, sobre su propósito, su utilidad y sobre y en cima de todo se preguntan y cuestionan así mismos. En el caso de Cipriano Algor;
“tres generaciones comiendo barro es más que suficiente”[5], “Qué será de nosotros si el Centro deja de comprar, para quién fabricaremos lozas y barros si son los gustos del Centro los que determinan los gustos de la gente”[6]
Donde el mismo ser se aburre de su vida en vista de otras supuestamente mejores, o por el contrario se obstina en defender todo lo que el considera bueno, es decir su propio existir y vivir al ver como otras visiones de mundo tratan de despojarlo de esa vida que todo se lo ha dado.
Igualmente el ejemplo de Marcial no se queda atrás;
“Es el mismo problema de siempre, si no hablamos somos infelices, y si hablamos discrepamos, Hay que tener paciencia, no es necesaria una excepcional agudeza de visión para percibir que tu padre se está viendo a sí mismo como si viviese en una isla que se va haciendo más pequeña cada día que pasa”[7]
Al resaltar de manera detallada su posición fuerte y certera sobre la concepción de vida que maneja, equiparable con la de muchos hoy, la cual es ciertamente que la cuidad es progreso y por lo tanto felicidad, y estabilidad ante todo, dejando de lado todo lo que hoy ellos considerarían bueno, por el simpe hecho de cambiarse a la gran ciudad.
En ultimas Marta, una mujer, que con su aliento todo siempre lo mantuvo en pie y dispuesto a cualquier arremetida de la vida y el destino;
“que reniego de aquellos a quienes debo la vida, aquellos que me criaron y educaron, que es bien cierto que casamiento alejamiento, pero que desprecios no estaban dispuestos a admitir, y que desde luego no me molestase, que por ahora todavía no necesitaban andar por las calles pidiendo limosna, pero que no me olvidase de que el remordimiento siempre acaba llegando, que si no viene durante la vida, vendrá después de la muerte, y ése es todavía peor, y que ojalá no tenga yo hijos que me castiguen por la inhumanidad con que he tratado hoy a mis padres”[8]
Dejándonos ver como detrás de toda una mujer de casa hay una luchadora y emprendedora, una guerrera que nunca abandonaría a su prole y a sus antecesores y que si bien jamás olvidaría sus raíces, su origen, su sangre, por demasiados problemas que se le presentasen, tal como a los humanos les pasa hoy en día, tal como se ven obligados a dejar todo lo que aman por una ilusión de estabilidad económica, y una conveniencia propia, por un poder aparente o eterno, cada ser en este mundo y en la caverna alguna ves traiciono todo lo que es por los ideales del “olímpico” centro o por el contrario luchan, lucharon por defender todo lo que son de ese imperio.
Tal como sucedió con la generación perdida, donde este grupo de autores que van desde William Faulkner, pasando por Hemingway hasta llegar a John dos pasos, dedicaron su existir desde el exilio y la represión a criticar duramente ese mundo fundamentado en ideales e intereses superficiales, y que además ni siquiera le pertenecen a los individuos de esa sociedad.
Ellos siempre fueron una vos, tal como la de Cipriano o Marta y Marcial, que con el pasar del tiempo perdura, y que al decirse, aunque se distorsione y tienda a desaparecer en los vientos de la sociedades superficiales, siempre oiremos un eco, profundo, aun vivo sobre estas voces que se quejan, reflexionan, y proponen otras formas del vivir mas reales y positivas, acordes a lo que se necesita para progresar, y que subyacen en cada ser humano.
Lo que se dice y no se escucha, lo que se escucha y no se dice
En la historia de Saramago, muchas cosas demasiado certeras, se dicen y otras simplemente se mencionan, tal es el caso que cada personaje representa una posición política, económica y religiosa tan diferente como las que han existido en cada época de la historia de la humanidad.
En el caso de Marta;
“dos debilidades no hacen una debilidad mayor, hacen una nueva fuerza”[9]
Se haya todo un contenido filosófico totalmente positivista y una visión socialista contundente, en cuanto a que no ve el mundo como un conjunto de debilidades sino como una gran fuerza fragmentada, y que es necesario unir de nuevo esos fragmentos para rehacerla y ser fuerte.
También en el caso de Cipriano;
“lo que este barro esconde y muestra es el tránsito del ser en el tiempo y su paso por los espacios, las señales de los dedos, los arañazos de las uñas, las cenizas y los tizones de las hogueras apagadas, los huesos propios y ajenos, los caminos que eternamente se bifurcan y se van distanciando y perdiendo unos de los otros”[10]
Que igualmente tiene una visión heurística de la vida y la sociedad en cuanto a que su posición existencialista, esta marcada profundamente por los hechos que si bien desafortunados o no en el pasado, ahora con los sucedidos en el presente, han hecho más fuerte y grande al paso de sus últimos días de vida laboral y humana esta perspectiva trágica y degenerativa de la vida, aspecto, muy común y claro, en los pensamientos de la humanidad del siglo XXI.
En cuanto a Encontrado;
“Está claro que Encontrado no necesitaba que le ordenasen subir, bastaba que dejaran abierta la puerta del coche el tiempo suficiente para comprender que no lo iban a expulsar después, pero la causa real de la sobresaltada carrera, por muy extraño que parezca, fue la suposición, en su ansiedad de perro, de que lo iban a dejar solo”[11]
Puede verse que Saramago presenta a este animal común al hombre, considerado su amigo fiel, no como el sumiso de siempre, sino como aquel que como el hombre mismo es aventurero, realista y superviviente a todo los obstáculos que las sociedades modernas y tecnológicas han puesto en su camino, como aquel ser que como humano siente, no desea la soledad, y defiende lo único que le brinda protección, pero que al mismo tiempo comprende su realidad y se adapta a cada situación para poder seguir viviendo hasta el final. Saramago no presenta a un perro, sino a otro ser humano, u otro ser Encontrado en este mundo de felicidad y dolor.
Por otro lado, aunque no tan alejado en verdad se encuentra el punto de vista de Marcial;
“Marcial dijo, como si recitase, EN BREVE, APERTURA AL PÚBLICO DE LA CAVERNA DE PLATÓN, ATRACCIÓN EXCLUSIVA, ÚNICA EN EL MUNDO, COMPRE YA SU ENTRADA.”[12], “Quien no se ajusta no sirve, y yo ya había dejado de ajustarme”[13]
Deja ver como, por un lado en el principio era total esclavo del imperio citadino, ya al final por la fuerza del amor en todos sus sentidos, toma una postura clara, relativista y pragmática, al mofarse del imperio al cual le ha servido con una parte de su vida, en la lectura de un cartel de este, que nos acuerda a la república de Platón, en su VII, libro, al relatarnos en un viaje la visión de los prisioneros de una caverna.
Y para finalizar encontramos la religión, ese alienante para unos, esa escapatoria para otros, esa esperanza para los demás;
“las unió a sus hermanas correctas y sanas, con la lluvia se convertirán en barro, y después en polvo cuando el sol las seque, pero ése es el destino de todos nosotros, ahora ya no es delante de la casa donde las figurillas están de guardia, también defienden la entrada de la alfarería”[14]
Que no es más que la cristiana, la reinante en el mundo occidental, mundo donde nació el autor a pesar de sus discrepancias muy radicales en cuanto a esta, pero no en cuanto a sus personajes, ya que si bien todos volvemos a pertenecer a la tierra, la significación del polvo y el barro son meramente cristiana.
En cada uno de los personajes, el lector se encuentra o encontrara con una especie de monologo interior o ese fluir de conciencia hallado por Joyce, no tan directo o evidenciado como en el, como ciclo de salto de una idea a la otra tal como ocurre en las mentes humanas, sino que mas bien será esa fusión del mundo imaginado de los personajes con el mundo real de la obra misma, el anhelo reiterativo de hacer o encontrar su mundo ideal en un viaje, en una aventura, en un azar de la vida o en una locura de la misma. En una maniobra que no demuestra mas que el deseo ferviente de encontrar la felicidad individual y la de los suyos, sin importar nada mas, sea en cada paso de una hoja a la otra o en los espacios con que el lector llena su imaginación de un día al otro en los sucesos de la obra, o simplemente en la oscuridad de la grieta del piso 05 que Cipriano no alcanzo a ver, o en el mirar desde un edificio de una montaña a la otra, es así como muchas veces en la vida cotidiana, se oyen, no palabras sino pensamientos, no gritos sino deseos, y se oyen callarlos sin mas remedio.
Un hilo que guía: Ariadna
En la obra la caverna de Saramago, al igual que en todas las obras criticas, reales y que le roban una parte del alma al hombre para dársela de nuevo a través de los espejos de la literatura, se hayan los hilos de Ariadna que guían con veracidad total al lector por el laberinto que el autor, ha hecho para el. Un laberinto lleno de personajes que como minotauros asedian a este con preguntas, dudas, ideas y posturas que pueden volver loco a cualquiera que no ve este hilo, o que simplemente no entienda el mismo laberinto y se pierda en el para siempre.
Este hilo al que nos referimos en la obra se hace tangible en las diferentes huellas que cada personaje deja al caminar por su mundo, huellas que nos indican su procedencia, su enfoque hacia la vida, o hasta su final en ella.
Para este caso, en la caverna encontramos;
“Entre las chabolas y los primeros edificios de la ciudad, como una tierra de nadie separando las dos partes enfrentadas” [15]
Citas que el texto nos brinda como guía para identificar, un lugar común donde van a desarrollarse las acciones de los personajes de la obra, y mas que eso para contextualizar nuestro pensamiento con el de la época a fin de poder entender todo el entramado de significaciones y conceptos manejados por los protagonistas de nuestra historia.
“siendo utilizados explosivos, ese moderno, expeditivo y espectacular proceso que en tres segundos es capaz de transformar una estructura sólida y organizada en un caótico montón de cascotes”[16]
También podemos encontrar aquí, como además de un referencia ideologica personal de Cipriano respecto al mundo citadino, una conjunción constante entre las visiones mas profundas de cada ser al manejo de elementos culturales propios de cada lugar y nación determinada.
“tazas y jarras por minuto escupirían las malditas máquinas, cuántas cosas para sustituir botijos y damajuanas”[17]
“Alguien le dio a estas enormes extensiones de apariencia nada campestre el nombre técnico de Cinturón Agrícola, y también, por analogía poética, el de Cinturón Verde….cuando entren en el Cinturón Industrial, las dificultades aumentarán”[18]
En cuanto a estas dos referencias, se puede observar como detrás de toda una critica al cambio que la modernización de la industria implica, hay una serie de elementos que peyorativamente contrastan y fundamentan la misma critica, elementos que no son mas que utensilios de cierto paradigma en el que se encuentran cada personaje. Estos elementos por lo general, tienen un grado filosófico dentro de si manifestado por una alegoría o metáfora de la situación o de algún acto.
“con las porras de costumbre, las navajas de siempre y las necesidades de la ocasión, lo venga a saquear la gente de las chabolas”[19]
“Autoritarias, paralizantes, circulares, a veces elípticas, las frases de efecto, también jocosamente llamadas pepitas de oro, son una plaga maligna de las peores que pueden asolar el mundo”[20]
En cuanto a estas dos siguientes se observa como una sola descripción puede dar al lector toda una amalgama de costumbres, conflictos sociales, y situación actual por la que pasan los personajes de la obra. Por lo que como lectores de debe esta atento a cambios significativos, que se dan por medio de piezas minúsculas y que dan la pauta para el desarrollo normal de la historia, pautas que determinaran toda la visiones de mundo que allí van ser fuente principal de toda la critica que la obra y las acciones realizadas allí hacia la sociedad en la cual fue creada y de la cual nació.
“Toca blanca, blusa blanca, falda blanca, zapatos blancos, todo blanco, blanco, blanco, todo de impecable albura, como si se tratase de un ángel de caridad”[21]
“Pasado el Cinturón Industrial, en la carretera, ya en los terrenos baldíos ocupados por las chabolas, se ve un camión quemado”[22]
En estas ultimas dos se evidencia, como si bien estas maracas que llevan a los lectores de la obra de la mano de un contexto, ideología y visión de mundo de cada personajes, y de la obra misma, también muestra la gran capacidad del autor, para sintetizar, de forma exacta, toda la maquinaria que necesita la obra y cada personaje para encender el nuevo mundo creado.
Una caleidoscópica mirada
En una de las creación de Saramago, en este caso, la caverna, se hayan inmersas una serie de efectos visuales diversos e individuales que se agrandan a medida que volvemos a leer la obra así como las imágenes, que se duplican al girar el caleidoscopio, esto asemejando el efecto de la polifonía que Bajtin, evidenciaría en cada obra literaria.
Estas mencionadas voces o visiones dentro de la obra van determinadas por cada uno de los personajes, que a fin de cuentas son los portadores de todos los pensamientos del autor de la obra, consecuentemente estos personajes en el desarrollo de la misma obra, develaran estas visiones y asumirán cada uno, una vos individual, conjugando así la llamada polifonía bajtiniana, de los textos literarios, sea que esta provenga de la cultura, de la religión o hasta del arte y las ciencias.
“No hable de la muerte, padre, Mientras estamos vivos es cuando podemos hablar de la muerte, no después”[23]
Palabras pronunciadas por marta, se nota una vos femenina fuerte, que olvidada en los oficios de la casa y en el apoyo a su padre en el horno, nos dice de forma trascendente de manera filosófica una postura realista, existencialista y nunca idealista, como los hombres deben aferrarse a la vida, así sea solamente para hablar de la hora de su muerte. Esta vos le dice a la humanidad que es el deseo de seguir vivos el que hace humanos a los hombres y mujeres, esta vos nacida de la cultura popular, y de las raíces filosóficas mas positivistas es la que despierta en el hombre los verdaderos sentimientos de transformar al mundo.
Ahora seria Cipriano el que diría;
“A no ser que esos tales ríos no tengan dos orillas sino muchas, que cada persona que lee sea, ella, su propia orilla, y que sea suya y sólo suya la orilla a la que tendrá que llegar”[24]
Con esto, la voz materializada en este viejo, le dice al lector como cada ser debe seguir su propio camino, labrar su propio destino sin interferir de manera negativa en el de los demás, como si la vida fuera un gran trigal donde cada espiga de trigo le perteneciere a cada ser y por tanto le basta para alimentarse sin tener que robarle a los otros su vida su lugar al cual llegar. Esta voz proveniente del arte mismo, donde cada artista tiene que seguir su propio camino para hacer su obra, así debería ser el camino de los seres humanos, uno único, no individual, pero si único, diferente, y autónomo.
“llamando las personas que adoran embellecer con palabras la áspera realidad, este color de hielo sucio que cubre el suelo, este interminable mar de plástico donde los invernaderos, cortados por el mismo rasero, parecen icebergs petrificados, gigantescas fichas de dominó sin puntos. Ahí dentro no hace frío, al contrario, los hombres que trabajan se asfixian de calor, se cuecen en su propio sudor, desfallecen, son como trapos empapados y retorcidos por manos violentas”[25]
Con esto marta, materializa la vos mas pronunciada y la que se vera con mas fuerza en toda la obra, la voz proveniente de la política, una voz que denuncia, que describe la realidad como es y no con adornos inútiles y adormecedores, que desenmascara toda falsa esperanza y deseo de esclavitud al trabajo o al poder de unos ejercido sobre otros.
Igualmente una de las voces halladas en los diálogos de Cipriano, nos diría;
“La vida es así, está llena de palabras que no valen la pena, o que valieron y ya no valen, cada una de las que vamos diciendo le quitará el lugar a otra más merecedora, que lo sería no tanto por sí misma, sino por las consecuencias de haberla dicho”[26]
Que todo en la vida cambia, no se mantiene quieto, que las acciones humanas, cambian entorno a una realidad que se transforma, y se transforma por el solo hecho de que el hombre camine o no lo haga, por solo decir una palabra o por no decirla, esta voz proveniente de la tradición oral y la filosofía, le dirá a cada lector y no lector de la obra, que los procesos de cambio, no son mas que reemplazo de unas estructuras mas nuevas por otras ya viejas, el joven cambia al viejo, muere un viejo, nace un niño, un trato justo.
Además nos diría;
“dicen que las vajillas de barro han dejado de interesar, que ya nadie las quiere, por tanto también nosotros hemos dejado de ser necesarios, somos una fuente rajada con la que ya no vale la pena perder tiempo poniéndole lañas”[27]
Esta voz proveniente de lo mas profundamente científico, pedagógico y filosófico, le hará reconocer al hombre como los procesos de modernización, los despojan de su fin, de su propósito, en este caso el ser útil, el ser que es parasito, tan solo es carne que ocupa un lugar, nada mas, pero para aquellos para los cuales la vida es trabajo y viceversa, el reemplazo es la muerte, es el desahucio, de todo lo conocido, de todo lo hecho, de su pasado, de su presente y de su futuro si aun queda algo en el.
Donde solo la dos fuerzas que el hombre cree manipular se encuentran entre si
Aquí, en la obra la caverna de José Saramago, nos encontramos con diversas visiones de mundo, una de ellas, objetiva, clara y precisa, una que plantea la dicotomía, entre la naturaleza y la ciudad, en la obra representada por el centro de la misma. Sin embargo cabe notar que en la obra a diferencia de otras como Oliver Twist de Charles Dickens, en donde son opuestos como el agua y el aceite, y ninguna ha invadido el terreno del otro, en la caverna, las dos fuerzas están en constante lucha, y se invaden entre si, creando engendros, asquerosos, y mutaciones que con el tiempo destruirán a todo lo vivo y lo no vivo.
“el Cinturón Verde rápidamente, no miró ni una vez los campos, el monótono espectáculo de las enormes extensiones cubiertas de plástico, bazas por naturaleza y soturnas de suciedad”[28]
“Después del Cinturón Verde el alfarero tomó una carretera secundaria, había unos restos escuálidos de bosque, unos campos mal ordenados, un riachuelo de aguas oscuras y fétidas”[29]
“La ominosa visión de las chimeneas vomitando chorros de humo le indujo a preguntarse en qué estúpida fábrica de ésas se estarían produciendo las estúpidas mentiras de plástico, las alevosas imitaciones del barro”[30]
En la caverna no hay restricciones, la cosmovisión presentada es holística y hasta determinista, pues en la ciudad o el Olimpo de Zeus, los dioses del progreso, dictan la premisa “el más fuerte, es el que se adapta y el débil, a ese hay que desecharlo”, y esta premisa viaja desde el campo laboral hasta la naturaleza misma, una idea central de aquellos a los que Foucault llamaría, “los que vigilan y castigan, contra los vigilados y los castigados, que controlan a forma de cárcel o panopticón de Bentham, al mundo y a los seres que lo habitan”[31]. Dejando así sin más remedio el camino de la destrucción o de la creación pseudocientífica de una sociedad que se enorgullece de sus avances, pero en el proceso destruye irreparablemente toda una amalgama natural de la cual siempre vivió.
En el mundo de la caverna, el campo ya se queda sin fuerzas, ya no representa el lugar de felicidad de Dickens, sino el lugar donde toca ir porque en la ciudad ya no cabemos todos, ahora el campo es el lugar de refugio de los débiles, de los que no se adaptan, el campo es el exilio sucio y contaminado de los seres del inframundo, de aquellos olvidados, viejos, niños, mujeres o hombres, no importa quien, solo tienen algo en común, no son aptos.
Y este rasgo en común los hace religiosos, y carnavalescos, pues la vida del débil liberada de las ataduras de la responsabilidad, del producir, y del trabajo se convierte en ocio, en fiesta, en saqueos, y en carnaval. Sin embargo hay un elemento que perdura tanto en débiles, marginados, como en aptos y reconocidos, y es la visión mas profunda y real que hasta hoy no soltara a la humanidad, y es la visión materialista de la vida y de todo lo que ello conlleva. Es la búsqueda de bienes, de prestigio, fama, de dinero, estabilidad y poder, poder que los pone por encima de otros. Es cumplir el deseo de estar por debajo de otro, o ascender en la fila de la vida citadina o campesina, es al menos ser más que otro.
En este mundo donde le toco vivir a Cipriano Algor, a marta Gacho, a Marcial Gacho, y a Encontrado, no es mas que el ultimo lugar en donde las fuerzas que el hombre ingenuamente cree controlar, la naturaleza que le creo y la industria a la que el creo, se unen, luchan, se hieren y con ellos al mundo entero, a toda la vida misma, que ahora en el siglo XXI no le deja descanso a la muerte al darle continuamente a sus hijos humanos y no humanos.
Lo que fuimos, lo que somos, lo que seremos, lo que admiramos y odiamos, lo que el hombre es y no es, lo que queremos ser y no podemos serlo
“dicen que las vajillas de barro han dejado de interesar, que ya nadie las quiere, por tanto también nosotros hemos dejado de ser necesarios”[32]
“Quien no se ajusta no sirve, y yo ya había dejado de ajustarme”[33]
Estas dos citas, dejan ver la dimensión ética y estética que Saramago introduce en su libro, la caverna, al mostrar una serie de valores y anti valores de carácter universal en el ser humano, desde que inicio la producción industrial y se creo el excedente, pretende al mismo tiempo crear en cada uno de sus lectores, la critica sobre las transformaciones del poder industrial, político y económico, que modifican en el diario existir, los valores mas arraigados en la mente humana, fácilmente esta fuerza, crea y destruye valores y anti valores a su conveniencia.
En cuanto al plano de lo estético, en la caverna, se halla, una sucesión de posiciones referentes a lo bello y lo feo, en cuanto a que para unos la ciudad es bella, porque genera progreso, es decir una postura pragmática, para otros el campo y la naturaleza es la mas hermosos, pues mantiene al hombre en el mundo real, lo humaniza, y no lo somete a la vida artificial, la cual la ciudad, o el centro le proporcionan como anestesia para sus angustias que le hacen humano.
También, se localiza unos valores que por encima de toda transformación, política, industrial e ideologica, nunca permitirán que el hombre se vuelva salvaje o maquina, como en el caso del amor, “cuando el hombre pierda el amor, no habrá regreso, ya no existirá mas la humanidad, solo seremos maquinas o peces en el agua”, como en el ejemplo que nos da en la obra, aquel ser que representa la llama de esos románticos, la mujer, Isaura;
“desarrollar después de la conjunción que dejó suspensa en el aire, porque su mano derecha, esa que sostenía la punta de la correa, se perdió o se dejó encontrar entre las manos de Isaura Madruga, la mujer que no había querido incluir en su presente y que, sin embargo, le decía ahora, Lo quiero, Cipriano, sabe que lo quiero. La correa se resbaló al suelo, sintiéndose libre Encontrado se apartó para oler un rodapié, cuando poco después volvió la cabeza comprendió que la visita se había desviado del camino, que ya no era simple cortesía aquel abrazo, ni aquellos besos, ni aquella respiración entrecortada, ni aquellas palabras que, ahora por muy diferente razón, también comenzaban pero no conseguían acabar”[34]
Para terminar en la Caverna de Saramago, se desglosa un elemento de orden estético y ético en el cual todos los seres humanos se encuentran, y es el conflicto permanente de poder hacer lo que deseo a pesar de la realidad que me lo impide, que al final se resuelve en la decisión fuerte de hacer lo que deseo y no mas lo que la realidad me dice que haga.
Y ello implica abandonar y condenar todo acto de esa realidad que no busca mas que el control de todo, bajo el sueño eterno de un trabajo prospero y en la ciudad;
“desde el principio por la exclusión de las personas que por edad, posición social, educación y cultura, y también por sus hábitos conocidos de consumo”[35]
Al crear en los seres, necesidades no acordes a su época, y a su problemática natural;
“VENDERÍAMOS TODO CUANTO USTED NECESITARA SI NO PREFIRIÉSEMOS QUE USTED NECESITASE LO QUE TENEMOS PARA VENDERLE”[36]
[1] José Saramago, la caverna, Pág. 17
[2] José Saramago, la caverna, Pág. 20
[3] José Saramago, la caverna, Pág. 21
[4] las vanguardias artísticas del siglo XX” Mario de Micheli, Pág. 12
[5] José Saramago, la caverna, Pág. 23
[6] José Saramago, la caverna, Pág. 31
[7] José Saramago, la caverna, Pág. 191
[8] José Saramago, la caverna, Pág. 86
[9] José Saramago, la caverna, Pág. 31
[10] José Saramago, la caverna, Pág. 67
[11] José Saramago, la caverna, Pág. 63
[12] José Saramago, la caverna, Pág. 251
[13] José Saramago, la caverna, Pág. 249
[14] José Saramago, la caverna, Pág. 251
[15] José Saramago, la caverna, Pág. 12
[16] José Saramago, la caverna, Pág. 13
[17] José Saramago, la caverna, Pág. 21
[18] José Saramago, la caverna, Pág. 9
[19] José Saramago, la caverna, Pág. 19
[20] José Saramago, la caverna, Pág. 52
[21] José Saramago, la caverna, Pág. 59
[22] José Saramago, la caverna, Pág. 66
[23] José Saramago, la caverna, Pág. 26
[24] José Saramago, la caverna, Pág. 57
[25] José Saramago, la caverna, Pág. 66
[26] José Saramago, la caverna, Pág. 30
[27] José Saramago, la caverna, Pág. 33
[28] José Saramago, la caverna, Pág. 21
[29] José Saramago, la caverna, Pág. 22
[30] José Saramago, la caverna, Pág. 20
[31] Michelle Foucault, las palabras y las cosas. Pág. 25
[32] José Saramago, la caverna, Pág. 33
[33] José Saramago, la caverna, Pág. 251
[34] José Saramago, la caverna, Pág. 217
[35] José Saramago, la caverna, Pág. 208
[36] José Saramago, la caverna, Pág. 202
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