“Sea como fuere, en este libro hemos decidido adoptar la palabra semiótica”
Esta cita tomada del documento de Umberto Eco, “la estructura ausente” hace referencia a las muchas discusiones que se han dado alrededor del concepto de semiótica. Entre ellas la del uso de su campo de acción, su definición y hasta el termino que debe usarse para referirse a la misma, de ahí que en este documento se tome el termino semiótica desde el punto de vista mas cercano al autor del documento anteriormente mencionado, el cual toma a la semiótica como una disciplina donde el propio investigador propone su autónomo modelo semiótico de investigación.
Desde este punto de vista podemos partir hacia nuevos campos de acción de la semiótica o al menos hacerlos mas visibles para su aplicación en los campos educativos. Empezando por desentrañar el campo semiótico tal como se presenta en la actualidad desde las palabras del mismo Eco, en desorden y en gran cantidad de variedad, de ahí que se ha de identificar los diferentes metalenguajes que subyacen en la cultura y que desde la semiótica se usan para intentar explicar ciertos lenguajes de la cultura.
Dichos lenguajes y códigos permiten la correcta comunicación en nuestra cultura siempre y cuando haya un requerimiento de una competencia comunicativa ya activa y desarrollada tal como lo dice Eco todo “parole presupone una langue” ya que sea cual sea la mas mínima expresión dicha de un ser a otro se necesita de una serie de reglas que le permitan tanto a una persona produce un mensaje como a la persona que lo recibe para que dicho mensaje o signo sea fácilmente interpretado y comprensible.
Ya que en este sentido se presupone que todos los códigos y reglas están inmersos dentro de todo acto significativo y comunicativo que fundan la semiótica misma, dentro de unos parámetros que si bien atienden al facilitamiento de la comprensión del mundo no esta completo ni de forma aceptad para ser aplicado de manera dual por los docentes en su principal campo de acción es decir la escuela. Los interminables campos semióticos que se han generado a partir de diferentes investigaciones han producido un sin numero de aplicaciones determinadas para cada campo para el cual fue creada o descubierta sea esta desde que esta empiece desde la zoosemiótica pasando por una paralingüísticas y cinésica, códigos musicales hasta llegar a la retorica y los códigos culturales, lo preciso señalar es que si bien existen dichos campos enfocados a su manera y estilo no existe una fundamentación y o una estructuración sistémica que permita usar estos campos de forma interrelacionados y en conjuntos en el proceso educativo.
Se hace preciso decir que si bien los docentes tienen conciencia de el avance y la importancia de los campos semióticos para su fundamentación y practicidad a la hora de enseñar no se sienten capaces de asumir el reto de establecerse como maestro de semiótica y aplicadores de esta al mundo de su aula de clases dejando al libre albedrio la opción de implementar esta útil herramienta de trabajo a nuestro quehacer pedagógico.
Los docentes de lengua castellana no han podido reconocer la importancia de multiples teorías que si bien son de un calibre denso y complejo para la mayoría incluso de docentes ya con experiencia suficiente para aplicarla, no se ha visto ningún reflejo de una toma de decisión precisa sobre como abordar esta teoría semiótica de forma seria y plurilateral.
Los campos semióticos si bien tomados en este documento de Eco de forma desordenada han ido evolucionando de forma progresiva hasta el hecho de formar una estructura de ciertos campos disciplinarios, esto ha facilitado de multiples formas el acceso de estas teorías al campo educativo, sin embargo no puede decirse que están facilidades han sido totalmente aplicadas al campo educativo ya que la falta de creación de mecanismos que propicien la apropiación de conocimientos sobre dicha teorías semióticas.
A lo largo del periodo educativo sea semestre periodo o año, las dificultades para hacer de los diferentes campos semióticos una herramienta útil para el quehacer docente ha ido diversificándose en labores del tipo técnico productivo mas que el profesional, asemejándose los campos semióticos a una clasificación alejada desunida de la realidad, que es la que al fin y ultimas le significa al estudiante. De esta forma los campos semióticos se convierten en una teoría más de estudio vacía y sin relevancia alguna.
Por eso la labor docente de recurrir a la semiótica como punto de partida para abordar los diferentes esquemas dentro del marco conceptual y educativo es necesaria, ya que sino se despierta del error de la memorización y de la repetición tradicional, el docente acabara repitiendo el mismo esquema que aunque efectivo, resulta vulnerado por las nuevas dimensiones sociales que se encuentran el la sociedad tecnológica y supersignificativa de hoy.
De esta forma los diversos campos semióticos que se nos presentan de forma inmediata en la cotidianidad deben ser establecidos por el estudiante de forma consciente, esto debido al apoyo docente para con seguridad mostrar de forma efectiva a nuestros estudiantes como ver cada contexto al que se enfrenta a diario. Los campos semióticos y la semiótica misma no debe ser quien ayude al maestro por si sola como teoría sino el maestro quien debe aplicarla de manera critica sobre los aspectos de su vida en primer lugar para así poderla enseñar a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario