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sábado, 24 de enero de 2009

los umbrales de la semiótica


Durante diferentes momentos históricos, el concepto de semiótica ha ido definiéndose desde diferentes autores y puntos de vista sociales, tales como los de Pierce y Saussure, quienes a lo largo de un corto periodo nos han brindado distintas concepciones tales como considerar a la semiótica como una relación de signo y significado o en otra perspectiva, un coexistir entre signo, interpretante y significado. Refiriéndonos a la primera podemos decir que en principio Saussure nos da una primera concepción valida para su tiempo, pero que mas adelante seria reelaborada por charles Anderson Pierce tomando lógicamente la teoría de Saussure pero agregándole el ciertas sucesos y fenómenos que no incluía la teoría Saussureana. Después de estas dos definiciones a las que podríamos llamar “madres o centrales” se desprenden hoy por hoy diversas concepciones que intentan dar una definición mas acertada para nuestros tiempos de la semiótica,

De ahí que desde unas perspectivas definitorias de la semiótica dadas por mas de medio siglo atrás los discurso y debates entorno a la semítica se han venido acelerando, pues a pesar del llamado imperialismo semiótico del que Eco nos hace mención, no han cesado las voces que debaten sobre la delimitación de las fronteras de la misma o incluso sobre su legitimidad como ciencia o disciplina. Dejando de manifiesto el tacto con el que se debe abordar este tema, pues tal como Eco lo llama en su documento la estructura ausente, nos estamos adentrando en los umbrales de la semiótica, destacándose como umbrales un comienzo o principio de este proceso de establecer con certeza todo lo que conlleva decir la palabra semiótica. Ya que mucho es su uso pero poco su entendimiento y su aplicación, sobre todo en el campo de la educación.

Si bien es cierto que las definiciones abunda sean estas vacías o bien fundamentadas, los docentes no pueden comprender aun la magnitud de tener claro dicha función pedagógica de la semiótica sea por el imperialismo semiótico o por no capacitación sobre dichas teorías de aquellos dinosaurios de la educación, o por la falta de compromiso o entendimiento de estas teorías por parte de las generaciones nacientes, y lo que puede llevarnos a pero caso, es que ninguna de las dos comprende o no distingue paralelamente lo que seria ciertos umbrales dentro de la misma semiótica, (entendiendo que se aborda el termino umbrales desde el documento de Eco) ya que el mismo Eco nos hace mención de dos umbrales de la semiótica. Estos dos umbrales de la semiótica se dispara en dos direcciones, el primero el umbral inferior se dirige hacia lo particular y el otro el umbral superior se dirige hacia lo general, es decir una se ocupara de toda las relaciones primeras y minúsculas entre los sentidos como unidad mínima y los significados no solo como estos solamente sino también incluirá todos aquellos procesos que sin incluir directamente el significado permiten su articulación ya que este umbral inferior se encierra entre el limite entre las señales y los signos, y la otra se vendrá a ocupar sobre todos los fenómenos culturales que vendrían a ser los mismo signos, tanto los aspectos que conviven dentro de ella en relación con ella misma y con otras culturas similares o diferentes.

Dentro de este marco conceptual de la semiótica, dado por Eco en su texto anteriormente mencionado, podemos introducirnos dentro del conversatorio constante que existe entre la semiótica misma y la labor docente, conversatorio que en muchas ocasiones el docente no descubre y deja pasar por alto. Esto debido a que el maestro en primera instancia no se ocupa de desentrañar los limites o fronteras de la semiótica para reelaborara sus métodos de enseñanza, teniendo presente que la semiótica tal como nos lo dice Umberto Eco es “una disciplina que puede y debe ocuparse de toda la cultura”, ya que el maestro tal como nos lo dice pestalozzi y Los pedagogos rusos en su mayoría, es un trabajador de la cultura, y como tal debe tener claro todo los componentes que en ella subyacen tales como la semiótica. aclarando que el docente debe de tener cuidado de no caer en el llamado imperialismo semiótico mencionado igualmente por Eco, cuando nos advierte de que este fenómeno tiende a homogenizar bajo una mirada cientificista el concepto mismo de semiótica e intenta deliberadamente delimitar su campo de acción, dejando ver a la sociedad como nos dice Marx, un código de mercancías.

El docente en su quehacer debe ser capaz de reaccionar a diferentes sucesos de sus estudiantes y la de sus entorno mediante un correcto análisis semiótico de estos, pues como nos lo dice Eco “la semiótica no solo puede ser considerada como teoría de los signos sino como una metodología de la practica de los signos” signos que vienen a ser prácticamente todo el accionar humano, que lo hacen un ser complejo en su accionar y pensar. por eso se hace apremiante la tarea docente de romper todas la barreras que impiden una correcta enseñabilidad de las diferentes teorías a todos sus estudiantes.

Sin embargo debe tenerse en cuenta que si bien el docente debe apropiarse de esta teoría para facilitar su labor docente, ¿que camino deberá escoger de entre todos los caminos que brindan tan diversos teóricos acerca de la semiótica, cual es el correcto o el mas acertado para sus labor como maestro? o ¿será la multiplicidad de definiciones y opciones que tiene el docente al enfrentarse con las teorías sobre la semiótica la que lo hacen indeciso e incapaz de aplicarlas correctamente? Y si por el contrario ¿serán la gran variedad de conceptos que tiene a su disposición la que debería hacerle el camino mas fácil y que para no confundirse deberá tomar la que mas le convenga de acuerdo a su entorno escolar? o acaso ¿el docente deberá esperar a que se defina en un momento histórico la semiótica de manera sencilla sea desde otra disciplina para que así pueda el llevarla al campo de la educación? O debe ¿ser el mismo quien defina la semiótica en su propio campo? Y si ¿el definirla en este mismo campo hace de la semiótica una concepción individual sin claridad alguna tornándose individual tal como hasta ahora ha pasado cayendo así en el mencionado imperialismo semiótico mencionado por Eco?

Muchas dudas nos deja el pensar que el docente pueda llevar la semiótica al campo de la educación, de la enseñabilidad y la aprendibilidad, de manera efectiva, este es un problema como el de si se puede enseñar o no literatura, problemas que si bien por ahora se le intenta buscar una solución y a pesar de las diversas posiciones que afirman la imposibilidad de resolver de forma positiva estos interrogantes, se hace necesario resolverlos, pues es apremiante y viable llevar la semiótica al campo de la educación.

domingo, 18 de enero de 2009

“ALARGAR LA MIRADA”


Desde que entramos a la escuela como estudiantes siempre se nos dice que debemos leer para poder aprender y entender nuestra realidad, también se nos enseña que todo texto que se lee pertenece a un cierto tipo de literatura, y que se clasifica o se identifica en un grupo determinado por ciertas características que posee dicho texto o escrito que se lee.

Sin embargo a la hora de entender que es en si la misma literatura y lo que es mas complicado como debe usarse para hacer individuos capaces y críticos, que podemos hacer como docentes de lengua castellana para no desviarnos en los principales objetivos de la literatura misma, ya que tal como nos lo dice teresa Colomer en su texto literatura como construcción de sentido, “el principal objetivo de la educación literaria es contribuir a la formación de la persona, formación ligada a la socialización en la confrontación de textos tanto de generaciones pasadas como actuales”.

La literatura misma es critica y reflexiva ya que en ella se hayan todo tipo de concesiones sobre la vida de la humanidad misma, pero a pesar de saber esto aun no ha sabido abrir un camino seguro para poder interpretar y abstraer de ella lo necesario para hacer de los estudiantes de toda escuela, estudiantes que lean y creen de forma efectiva textos mas complejos dejando atrás la memorística y las lecturas condicionadas. Desde perspectivas románticas se puede decir que una descolarizacion de la lectura se podría manejar siempre y cuando los mismo estudiantes accedan a textos de elección personal, pero para ella debe cumplirse la regla prima la cual es que todo estudiante acceda a la literatura para que así de forma automática cada estudiante pueda establecer intertextos e ir mejorando su capacidad lectora y comprensiva.

Esto significa que los estudiantes deben aumentar de forma intensa su tiempos de lectura, aunque si se pone a pensar sobre todo el tiempo que se le pide a los estudiantes para que lean o sencillamente todo el tiempo que pasan leyendo todo tipo de escrito, veríamos que es prácticamente toda su vida desde que nace hasta que muere, aunque no necesariamente implica que desde este punto de vista hermenéutico el estudiante debe impedírsele leer todo tipo de texto, esto mas bien significa que tras comprobar que si el estudiante lee a todo momento todo lo que puede, es sencillamente darle guía para que lea de forma citica lo que ya lee por experiencia cultural y enseñarle nuevas formas de leer después, mas que encerrarse en dicotomías dañinas como si no lees no juegas, o dar a entender que literatura es simplemente leer toda obra literaria canónica en la academia.

Hasta ahora solo se ha dicho que la escuela y sus maestros deben procurar establecer una conexión entre la literatura entendida como todo aquel texto que le genere sentido e interés al estudiante, y que esta literatura se encuentra desde el aviso de un bus hasta un fragmento de Bocaccio con el propósito principal de la escuela el cual es formar seres, humanos, críticos y transformadores de su sistema social, a fin de se cumpla el objetivo principal , el cual es iniciar a los estudiantes en el campo de la literatura entendiéndose este como metalenguaje y semiótica pura ya que tal como nos lo recuerda Helena Usandizaga en su texto semióticas y teorías de la literatura, cuando nos dice “la idea no es tanto reconstruir un texto, rodear a un texto de cosas, sino como averiguar que operaciones debe realizar el lector o que sistemas de comunicación del mundo real debe conocer para entender el texto” teniendo presente que todo literatura es inmanentemente significativa pues al leer el estudiante lo que hace es tratar de encontrar todo aquello que teje el cuerpo del texto. De ahí que la semiótica como herramienta importante en el quehacer pedagógico debe procurarle al docente como lo diría Usandizaga desde Eco “una teoría general de significación que no nos complica con métodos complejos pero si nos permite ver los tejido significativos del texto en si”.

Además del maestro y su procura en tener a la semiótica como una de sus principales aliadas, no debe olvidarse que en este tiempo de globalización donde se nace en generaciones que tiene que madurar cada ves mas rápido para poder sobrevivir, los estudiantes pasan su vida con dos entes , uno de ellos mencionado anteriormente es la escuela y el otro es la familia, este ente familiar por medio de los adultos respetados en su orden de autoridad llegan en contadas ocasione incluso mas educativos que la escuela misma, ya que pueden hacer ver de mejor manera a través de sus relaciones afectivas de primer orden con cada estudiante los cuentos o diferentes textos a los que el niño o estudiante se somete constantemente en batalla.

Lo que es necesariamente estricto es que cada docente promueva la lectura pero antes de eso debe enseñar a leer y enseñar a leer literatura también, pues de esta forma permitirá que cada individuo pueda acceder de forma holística a todo lo que la humanidad ha sido y será, tal como nos lo dice Colomer en su texto “enseñar literatura significa hacer que cada estudiante pueda pensar mundos o pensarlos desde puntos de vista diferentes, dejándonos listos para leer mejor todos los discursos sociales.

miércoles, 14 de enero de 2009

SEMIOTICA, SEMIOLOGIA, SEMIOTICAS


“Un proyecto de semiótica en general comprende teoría de los códigos y una teoría de producción de signos” esta cita efectivamente hace referencia hacia las relaciones entre los signos y el mundo actual que rodea los vínculos y acciones de los seres humanos y aquellos que se interponen entre ellos o aquellos que los ayudan a entender su realidad.

En esta era de caos donde todos tenemos la verdad se presenta ante nosotros un aparente imperialismo semiótico al cual teóricos como Cárdenas Alberto en su documento introducción a la semiología han hecho destacar, en donde todo se convierte en un signo y cualquier cosa podría considerarse como sustituto significante de otra, dándonos al final una intervención lógica de lo que seria usar la semiótica como herramienta para desenmascarar todo aquello que se usa para mentir.

Siguiendo la misma línea de este autor se nos presenta una idea problema en primera instancia sobre la verdadera identidad de la semiótica sea como un disciplina especifica o como un dominio de estudios, dándonos temporalmente un justificación dependiendo de cada postura que se ha de tomar sin dejar de lado un modelo elemental que guie todo un modelo semiótico de enseñanza y de aplicación que sea capaz de aclarar sus propias contradicciones fructificando así en el nacimiento de su propio campo o dominio semiótico, que de formar permanente o al menos perdurable pueda dar viabilidad a futuras investigaciones semióticas unificados.

Dejando de lado los diferentes conceptos que envuelven a la semiótica en general se nos presenta la semiótica como como una rama unificada de la ciencia donde esta misma se pone de manifiesto como la ciencia de los signos. Compartiendo de esta forma una obligación universal al igual que todas las demás ciencias la cual es proveer de conocimiento fidedigno al hombre en su afán de entender el mundo, unificándose o mas bien sistematizándose en dos planos que vendría a ser tanto del hombre como en el meramente semiótico.

No hay que olvidar que la semiótica relaciona las ciencias en medida natural para ser comprendida por el hombre eficazmente ya que “proporciona un lenguaje comprensivo para hablar sobre un conjunto de fenómenos” tal como lo dice Cárdenas en su documento en tanto sirve como instrumento para unificar distintos saberes y lenguajes entre las ciencias.

Hasta ahora me he delimitado ha dar un esbozo sobre el documento al cual se hace referencia esta relatoría, desde este punto me dedicare a hacer un continuo análisis que si bien superficial su único propósito es dejar en claro la posición del autor y la posición personal del relator. Partiremos de reconocer y desentrañar los objetivos de la semiótica en el campo social, para lo cual se dirá en primera instancia que esta permite al hombre distinguir las diversos modos de significar y los varios empleos que puedan sujetarse a los signos. Además de esto permite al hombre no solo concentrarse un una mera información sino que también compararla y actualizarla para darle el sentido correcto no solo a su vida sino también a la de los demás. El objetivo de la semiótica no solo debe ser solamente permitirle al hombre moverse en ese campus de signos sino permitirle transformarlos a su antojo o a restricciones de tipo histórico social político o económico, siempre manteniéndose la consigna de hacer de la semiótica una ciencia que demuestre día a día la importancia de los signos no científicos.

Además de estos parámetros de la semiótica en cuanto aspectos sociales hay otros de carácter personal que le permiten al hombre como mecanismo de defensa protegerse de diversas manipulaciones que el medio le ofrece como un veneno que corre por le torrente sanguíneo directo al corazón, de esta forma la semiótica se presenta al hombre como un “antídoto” tal como Cárdenas nos lo menciona, e incluso salvarlo de una auto-explotación, confiando al hombre una autonomía dentro del campo de los signos, problematizando siempre la verdad y siempre oponiéndose a la explotación tanto de sistemas como de personas.

Sin embargo la semiótica nos da las herramientas para no dejarnos caer en la manipulación pero no nos deja entrever como usarla para los fines los cuales fue creada en el ámbito social, debido a su desconocimiento en masa y a su reciente aparición al campo académico ante el abismal adelanto tecnológico de los medios que aceleran de forma masiva las relaciones de explotación frente a intereses corporativos e individuales. Aunque de cierta forma la semiótica puede ayudarnos a identificar los peligros futuros de dicho avance tecnológico que se desprende de todas las ramas de los hombres hacia nuevos campos de investigación que hace cien años eran imposibles de explorar.

Como se ha visto la semiótica influye en la vida humana desde diversos campos, uno de ellos que nos concierne directamente como docentes es el de la escuela, puesto que la escuela es un o de los organismos que reproducen y organizan estatalmente la cultura, los pueblos y los gobiernos perpetuándolos indefinidamente, de ahí que la semiótica debe procurarse un lugar inmanente en la educación, llegando de forma simultanea por medio del docente por medio de una correspondiente ambientación desde los primeros años de escolaridad de los estudiantes.

Aunque desde este punto de vista la semiótica se vincularía fácilmente al proceso educativo, no hay que olvidar de las intenciones progresistas de los gobiernos en vista de sus interés ajenos a los pueblos y eso sumado a la incapacidad docente para afrontar dicho desafío por lo que se haría primero necesario capacitación docente en el tema para luego echar de mano a las teorías semióticas para aplicarlas a la escuela dejando entredicho que se deben hacer los respectivos cambios para diferenciar el mudo social del científico en las teorías semióticas.

De ahí que ya en un proceso mas avanzado en la escuela superior , tantos docentes y estudiantes ya podrán diferenciar de manera profunda las causas y consecuencias semiológicas de procesos entre los diferentes signos en el tejido social, llevando consigo todo un proceso de transmisión de signos culturales que conlleven al total acoplamiento de signos por parte del ente social incidiendo de manera directa en la transmisión de tales signos hallando así en la semiótica una herramienta primordial.

Por ultimo siguiendo la línea de Cárdenas nos adentramos en la línea de la investigación semiológica, la cual procura la reconstrucción de los sistemas de comunicación bajo el sentido de pertinencia e inmanencia asociado al corpus ( o la agrupación de determinados materiales del analista sobre los cuales el mismo va a trabajar), sean tanto estos homogéneos o los esperados o heterogéneos o diversos , al final siempre se dará una interpretación final y estructural, prioritariamente eliminando los elementos diacrónicos de dicha investigación.

De esta forma la semiótica como un campo científico y social debe corresponder a los parámetros de ayuda a los docentes en su quehacer pedagógico en pro de encontrar métodos y soluciones a la gran incompatibilidad de sucesos a nivel personal y asociativo de los seres que habitan este mundo. Siempre y cuando los docentes sean capaces de admitir y descifrar de forma sucesiva esta, la semiótica, como una piedra angular de su vida en la mejoracion de la investigación educativa misma y las de sus estudiantes y sus compañeros de oficio